Los Niños Son De Cristo
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Los Niños Pertenecen a Jesucristo.
Pero Jesús dijo: Dejad a los niños venir a mí, y no se lo impidáis; porque de los tales es el reino de los cielos. Mateo 19:14
Durante el ministerio de nuestro Señor Jesucristo mucha gente le seguía y se le ecercaba; para Él no había y no tenía ningún problema que las personas se acercaran para hablar con Él. No cargaba guaruras que lo escoltaban, ciertamente tenía a sus doce discípulos que estaban y andaban aprendiendo lo que su maestro les enseñaba.
El Señor creo a la familia y como tal, la amaba. Dios creó a Adán y Eva la primera pareja de humanos aunque ellos pecaron, los restauró, nunca los abandonó, sino que los busco y luego ellos tuvieron hijos.
El Primer Milagro de Jesús: Bendijo a un Matrimonio
El creador ama su creación y la corona de la creación son los hombres y mujeres. Luego el Señor en las bodas de Caná de Galilea fue allí donde hizo su primer milagro convirtiendo el agua en vino para bendecir aquel matrimonio que se les había terminado el vino a la mitad de la fiesta.
Dios nunca deja a aquellos que son sus amigos, mayormente cuando están en problemas y necesidades. Él siempre llega a tiempo, nunca llega tarde; siempre y cuando el ser humano que le sigue y le sirve, lo ama y lo adora.
En su ministerio los discípulos pensaban que los niños eran perturbadores o estorbas en la obra de Dios, pero eso jamás sucedió con nuestro Mesías ya que Él ama tanto a los niños que aún reprende a aquellos que quieren alejarlos de Él.
El Señor reprende a las personas que quieren perseguir a los niños para matarlos, como cuando Él era un niño y Herodes lo quería matar porque no quería que otro rey lo destronara. O como cuando la gente hace leyes para aceptar que los niños en el vientre de sus madres mueran; el Señor Jesús no está de acuerdo con eso, por eso castigará a las naciones que aprueban los abortos.
Los Niños son de Cristo
El Señor Jesucristo dice: dejen venir a los niños a mi, porque quiero bendecirlos, porque quiero que ellos sean felices con mi presencia; el Señor les imponía sus bellas manos en las cabecitas de esos niños inocentes; que privilegio y que felicidad estar al lado de Jesús el Maestro de maestros.
Que bellas sonrisas se desprendían de esas bocas que enseñaban sus dientes, quizás unos completos y otros molachos pero todos felices alrededor de Jesús. Traigamos a nuestros niños, acerquemoslos al maestro, para que aprendan su Palabra, para que al escucharla vayan conociendo que tenemos un creador amoroso y compasivo.
De los niños es el reino de los cielos
Como padres y abuelos somos responsables de enseñar y conducir a nuestros hijos hacia el Señor Jesucristo para que ellos tengan vida eterna en su Nombre. Llevemoslos al templo a oir su Palabra. La Biblia dice que el que no se haga como un niño no puede entrar al cielo.
Que hermosa es la Palabra de Dios que nos enseña que debemos ser como los niños son: inocentes, limpios, sencillos, mansos y obedientes. Dale un abrazo a tu hijo, o un beso, o una felicitación por algo que haya hecho bien, o si tienes dinero comprale algo sencillo; llévalo a comer a algún restaurante, vean una película en casa o también pueden jugar a la pelota.
Hay tantas formas de demostrar el amor a nuestros hijos, solo está en que lo hagamos con amor.
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