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    El Mesías Hace La Voluntad Del Padre

    Jesucristo Hace La Voluntad Del Padre

    >>Respondió entonces Jesús, y les dijo: De cierto, de cierto os digo: No puede el Hijo hacer nada por si mismo, sino lo que ve hacer al Padre; porque todo lo que el Padre hace, también lo hace el Hijo igualmente.<< Juan5:19

    Quinta perla de revelación de nuestro Señor Jesucristo. Recordemos que el evangelio que escribió el apóstol Juan fue escrito: para que creáis que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios, y para que creyendo, tengáis vida en su Nombre. Al iniciar el capítulo 5 del evangelio de Juan, comienza con la tercera señal que hizo Jesús al sanar al paralítico de Betesda.

    Betesda significa: "casa de misericordia" y fue allí donde Jesús sano a un paralítico que tenía 38 años en ese estado de frustración; sin embargo en ese día sábado de reposo se encontró con el que todo lo puede, con nuestro Señor Jesús y halló gracia delante de Él.

    Jesús restaura los pies para ir a predicar las buenas nuevas de salvación

    El Señor le pregunta al paralítico que si quiere ser sano, y él le contesta que no tiene quien lo meta en el estanque cuando se agita el agua. Que cuadro tan triste de este hombre que no conocía a Jesús, por lo tanto estaba ciego, no podía ver que quien estaba frente a él era el Mesías y lo otro era que no podía caminar, por lo tanto no podía ver ni entrar en el reino de Dios; no había diferencia entre este hombre y Nicodemo, ciego y paralítico.

    Sin embargo en medio de esta situación, este hombre escucho la voz de Jesús que le dijo 6 palabras: >>Levántate, toma tu lecho y vete a tu casa.<<

    ¡Levántate!: 

    Hoy Dios quiere que nos levantemos de nuestra parálisis y que caminemos en pos de Él, que entremos en su reino a través de la oración y conquistemos lo Él ya nos otorgó. Nuestros pies deben estar fuertes y tener puesto el calzado del apresto del evangelio para dar las buenas nuevas a los incrédulos. Cuando nuestros pies no tienen puestos los zapatos para predicar y compartir el evangelio pueden lastimarse o cortarse. 

    ¡Cuán hermosos son sobre los montes los pies del que trae alegres nuevas, del que anuncia la paz, del que trae nuevas del bien, del que publica salvación, del que dice a Sion: Tu Dios reina! Isaías 52:7

    Toma tu lecho: 

    Quizás este hombre se había acostumbrado a estar en su lecho o camilla; eso que lo tenía postrado tómalo porque ya no lo vas a ocupar y vas a dejarlo para siempre; te vas a deshacer de aquello que ya no vas a necesitar. Así nosotros debemos de tomar, soltar y dejar todo aquello  que nos mantuvo paralizado. 

    Por qué no cumplimos nuestras metas? Por qué no emprendimos aquél negocio? Porque el miedo, la duda o la incertidumbre nos mantuvo paralizados, el enemigo nos engaño por mucho tiempo. Pero ahora el Señor nos dice toma tu lecho y avanza a cumplir tus sueños, tus metas o propósitos de Dios, para la gloria de su nombre.

    Y Anda: 

    Esto significa que este hombre  nuevo camina hacia adentro del reino de Dios en oración, ayuno y meditación en la Palabra de Dios. Andar significa que las piernas y pies han sido sanados, renovados y fortalecidos para dar de gracia lo que de gracia hemos recibido. Recuerda hermano (a) que tener los pies calzados con el apresto del evangelio es parte de la armadura de Dios que se nos ha dado para mantenernos protegidos.

    Cuando evangelizamos estamos usando la armadura de Dios, y si no lo hacemos, nuestras piernas se empiezan a tullir y finalmente el enemigo nos mantiene postrados como el paralítico de Betesda. Los judíos le preguntaron al hombre que quién le había sanado y que no debía de cargar  su lecho pues era día de reposo. El Señor al encontrar nuevamente al que había sanado le dice Jesús que fue sanado y que no debía pecar más.

    El Señor exige a todo el que dice tener fe en su nombre que no vuelva a pecar; el que de veras es salvo dejará de pecar. Aunque no somos perfectos, ni estamos exentos de cometer transgresiones de cuando en cuando; el creyente verdadero entregará de tal manera su vida a Jesucristo, mediante el poder del Espíritu Santo, que el pecado ya no será  la característica de su vida.

    Entonces los judíos se dieron cuenta que Jesús era quien sanó a este hombre y procuraban matarlo por dos cosas: 
    • a).- Porque quebrantaba el día de reposo.
    • b).- Porque decía que Dios era su propio Padre, haciéndose igual a Dios.

    Pero antes de esto, Jesús les dijo: >>Mi Padre hasta ahora trabaja y yo trabajo.<<

    En el principio cuando Adán y Eva pecaron, Dios manifestado como Padre comenzó a trabajar en la salvación y restauración de sus criaturas que pecaron al hacer sacrificios de animales, cubrirlos con la sangre y pieles en sus cuerpos, es la razón por la que Jesús les dice a los judíos que hasta ahora mi Padre trabaja, porque van 6000 años trabajando en la salvación de su creación. Aleluya!

    Dios Manifestado Como Hijo en la Redención dice: Y  Yo Trabajo

    ¿Cuál era el trabajo de Dios manifestado como Hijo? Pues nada más ni nada menos que ser el cordero que iba a morir en la cruz del calvario por toda la humanidad, iba a ser despreciado, abofeteado y torturado hasta hasta morir en aquella cruenta cruz. El Señor continua trabajando sanando a los enfermos, resucitando muertos, tocando los corazones para convertirlos a Él.