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    ¿Cómo Vencer El Miedo?

     Cómo enfrentar a tus miedos 


    Recuerda la historia de David contra Goliat, esta narración impresionante de tinte épico que nos trae, el primer libro de Samuel nos va a dar unas buenas pistas de cómo afrontar el miedo y derrotarlo.

    La vida te va a poner en muchas zonas frente, a tu Goliat, y es allí donde tendremos que tomar la decisión definitiva: le creemos al miedo, o le creeremos a Diós, sin embargo, el miedo, es una fuerza positiva que nos avisa, cuando hay peligros.  

    1.- El miedo es grande, pero más grande es Dios

    Le tenemos que dar las gracias a don miedo porque si no tuviéramos miedo, no seríamos capaces de percibir las amenazas y esto nos haría aún mucho más vulnerables a ellos pero, si bien, el miedo nos ayuda, avisándonos de los peligros, no podemos dejar que nos agrande las cosas y además nos paralice, porque, el miedo, puede distorsionar tu percepción.  En el texto bíblico se nos dice que Goliat medía, casi 3 metros, imagínense la medida de una estatura normal de un soldado podría ser una media de 170 mts.


    2.- El miedo no viene solo, trae a sus escuderos

    La Escritura dice que para remate Goliat no estaba solo, sino que le acompaña su escudero, esto es muy interesante porque el miedo, nunca viene solo, siempre la acompaña,  la ansiedad, los ataques de pánico, las dudas sucesivas, rituales obsesivos compulsivos y tantas otras manifestaciones de riesgo.


     Como ves el miedo siempre trae sus escuderos que combaten por él; pues tienes que saber además que el miedo también es muy, muy gritón; nos dice la lectura bíblica que Goliat, salía cada mañana y todas las tardes, gritando el ejército israelí, les decía, no hace falta que salgan todos a luchar contra mí, elijan a uno de ustedes y si ese es capaz de pelear conmigo y vencerme entonces nosotros seremos sus esclavos, pero, si yo le venzo ustedes serán nuestros esclavos, como ves, el rey Saúl y los israelitas cuando escuchaban estos gritos de Goliat se quedaban paralizados y nunca enviaban a nadie a pelear contra ese gigante.


    3.- El miedo aterra a la mayoría de la gente


    Lo que quiere el miedo es mantenerte siempre bloqueado, el duelo que tienes que tener con el miedo tarde o temprano es inevitable; porque si no le vences a este Goliat, serás esclavo suyo, en cambio, si tú lo enfrentas y lo derrotas el miedo trabajará a tu servicio como una fuerza natural que te ayudará a afrontar los peligros de la vida.


    Otro punto de interesante que sabemos con el texto bíblico es que David no estaba en el campo de batalla como todos sus hermanos, sino que por ser el hijo menor recordemos que es el hijo más pequeño de Isaí,  él entonces era el pastor y estaba a cargo del rebaño familiar; pero uno de esos días el padre, lo envía al frente de la batalla, para llevarle, comida a sus hermanos provisiones, porque están sus hermanos en el frente de batalla.


    4.- El Espíritu Santo echa fuera al miedo


    Y es allí, nos dice el texto bíblico que David de escucha los gritos desafiantes de Goliat y aquí viene lo interesante, cuando todos, los demás escuchaban los gritos de Goliat  sabemos que todos salían corriendo aterrados, pero ojo David no reacciona así. David reflexiona y revalúa la situación y muy, interesante, porque él, se hace la siguiente, pregunta, pero, ¿quién es ese filisteo, para desafiar al ejército del Dios vivo?, es como si tú y yo nos preguntáramos, ¿quién es esa persona para estarme asustando, a mí que soy un hijo de Dios en esta situación que quiere asustarme?


     Si Cristo murió por mí y me salvó. Es muy interesante esta pregunta, yo no sé quién, o cuál es tu Goliat,  pero, no te dejes asustar, ház como David evalúa la amenaza,reflexiona y relee de otro modo la situación. Después de este momento reflexivo David enseguida pasa a la acción, no se queda paralizado con los pensamientos catastróficos, o con los gritos del miedo en su cabeza.


    5.- Que no menosprecien tu juventud


    Entonces nos dice, la escritura que David se presenta ante el rey Saúl como voluntario y le dice: su majestad no se desanime, este servidor suyo irá a luchar con ese filisteo, pero Saúl cuando lo ve yo imagino lo ve que es un niño un muchacho y a toda la manera, muy realista mirándolo le dice: oye no creo que podrás acercarte a ese filisteo para luchar, contra él, porque tú, eres sólo un muchacho y este  gigante es un guerrero desde su juventud.  


    David le contesta , su servidor majestad es pastor y si viene un león o un oso y se lleva a una de mis ovejas del rebaño, yo salgo tras él lo apaleó y se la quito de la boca, tu servidor ha matado leones y osos, este filisteo es uno más, muy interesante, esto, porque David  no se ha dejado bloquear por el miedo y es consciente de sus capacidades para afrontar esta situación que está viviendo; no lo ha bloqueado sigue siendo consciente de sus capacidades y más encima le dice y asegura el Señor me ha librado de las garras de león y de las garras del oso.


    6.- Necesitamos tener puesta la armadura de Dios


    No se ha quedado paralizado sabe que tiene capacidades sino confía plenamente que el Señor está con él y que le librará como ha hecho otras veces, David afronta la amenaza, también muy, interesante, esto desde la verdad, decidimos vemos que el rey saúl cuando ve que él se ofrece le presta su propia armadura le presta su casco, la espada, está todo, lo que es uniforme militar pero interesante David lo rechaza, no va a enfrentarse con seguridad aparentando ser lo que no es.


    No es un guerrero ni, quiere vestirse como un guerrero y así con la verdad de sí mismo acude el duelo, entonces luego de quitarse, el traje que le había prestado Saúl toma  su verdad tomó su cayado de Pastor, como cinco piedras del río se las echa en su bolsa, empuña la honda y va a enfrentar a Goliat. La verdadera armadura de David es su fe su fe en sí mismo pero su fe en su Dios como dice san Pablo en la carta a los efesios en El capítulo 6 la armadura de Dios, la armadura nuestra es revestirnos, con Dios para, que podamos resistir en el día malo, dice san Pablo ceñidos el pecho, o la armadura con la verdad, luego ponemos la coraza de la justicia, calzar las sandalias de la prontitud.


    7.- No es con espada, ni con ejército, sino con mi Espíritu


    La agilidad como David para llevar, el evangelio de la paz y dice tomen por escudo la confianza, la fe en la que se apagan todos los dardos del fuego del maligno y luego, dice pónganse el casco de la salvación y empuña la espada del Espíritu que es la palabra, la palabra de Dios. 


    Interesante, que cuando Goliat ve venir a David imagínense un chiquillo y el de tres metros o de 180 por lo menos hacia, él comienza, a despreciarlo, a reírse de él y sobre todo, a Intimidarlo ojo el miedo siempre te gritara te hablará a tu cabeza y, a tu corazón para hacerte sentir que eres, incapaz y que todo es más fuerte que tú . Pero David le contestó tú Goliat vienes, a mi armado con espada lanza y jabalina yo voy a ti en nombre de mi Señor y ahí la clave de nuestras fuerzas para vencer el miedo, cuando nos enfrentamos al miedo, en el nombre de Jesucristo, somos , invencibles, por eso, es casi, como, nuestro grito de guerra en el nombre de Jesucristo.


    En el nombre de Jesucristo voy al combate, en el nombre de mi Señor corrió a enfrentarse al gigante, corrió a enfrentarse a Goliat; echó mano de su bolsa sacó una piedra, dio unas vueltas le disparó y le pegó éste, cayó inmediatamente derribado. 


    8.- Derriba tus gigantes en el Nombre de Jesucristo


    Yo no sé cuáles son tus armas. David tenía solo, unas, piedras, quizás tú sólo tienes tu sonrisa de cada día, tu paciencia tu, caridad, constancia, tu, palabra oportuna, tu, silencio, tu palabra sincera, pero, todas, estas, armas, son poderosas, cuando, están, hechas y dichas, en nombre de Dios en nombre de Dios entonces, puedes vencer cualquier Goliat en cualquier miedo, no te dejes asustar si Dios está por nosotros, quién contra nosotros, como dijo san Pablo en la carta, a los romanos, no te dejes paralizar por el miedo el, Señor está conmigo y me auxilia. 

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