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    El Pacto De Dios Con Abraham

    Dios hace alianza con Abraham

    Los capítulos 11 y 12 de Génesis señalan un cambio muy importante en cuanto a la manera en que Dios trata con el hombre. Hasta este punto, la historia del libro de Génesis ha incluido a toda la raza adámica. 


    No ha habido ninguna diferencia entre judío y gentil; todos los seres humanos han sido una sola cosa en "el primer Adán".


    Pero desde este punto en adelante, en la historia de las Escrituras, la humanidad debe considerarse como un río inmenso del cual Dios ha separado, en el llamamiento de Abraham y la formación del pueblo Israelita, un pequeño arroyo por medio del cual Dios pueda purificar el río inmenso.

    Israel fue escogido para ser en medio de la idolatría universal  un testigo de la unicidad de Dios:  

    Oye, Israel: Jehová nuestro Dios, Jehová uno es.(Deuteronomio 6:4);

    10 Vosotros sois mis testigos, dice Jehová, y mi siervo que yo escogí, para que me conozcáis y creáis, y entendáis que yo mismo soy; antes de mí no fue formado dios, ni lo será después de mí. 11 Yo, yo Jehová, y fuera de mí no hay quien salve.12 Yo anuncié, y salvé, e hice oír, y no hubo entre vosotros dios ajeno. Vosotros, pues, sois mis testigos, dice Jehová, que yo soy Dios. (Is. 43: 10-12); para servir como un ejemplo de la bendición de servir al Dios verdadero 


    26 26 
    »No hay nadie como el Dios de Jesurún, que para ayudarte cabalga en los cielos, entre las nubes, con toda su majestad. El Dios eterno es tu refugio; por siempre te sostiene entre sus brazos. Expulsará de tu presencia al enemigo y te ordenará que lo destruyas. ¡Habita sin enemigos, fuente de Jacob!

    28 ¡Vive s
    Tu tierra está llena de trigo y de mostotus cielos destilan rocío.¡Sonríele a la vida, Israel! ¿Quién como tú, pueblo rescatado por el Señor Él es tu escudo y tu ayuda; él es tu espada victoriosa. Tus enemigos se doblegarán ante ti; sus espaldas te servirán de tapete».(Dt. 33:26-29), para recibir y preservar las revelaciones divinas (Rom. 3:1-2), (Dt. 4:5-8), para traer al Mesías a este mundo (Gen. 3:15) (Gen 21:12; 28:10,14; 49:10; 2 Sam. 7:16,17; Is. 4:3,4; Mt. 1:1).


    Según su formación (Gen. 12:1-4) y confirmación (Gen. 13: 14-17; 15:1-7; 17: 1-8) el Pacto con Abraham se divide en 7 distintas partes:

    1.- "Y haré de ti una nación grande".

    Esto se ha cumplido de 3 maneras:

    • a).- En la posteridad natural de Abraham: "como el polvo de la tierra" (Gen. 13:16; Juan 8: 37) es decir el pueblo hebreo.
    • b).- En la posteridad espiritual de Abraham:  "Mira ahora los cielos... Así será tu descendencia" (Juan 8:39; Rom: 4:16, 17; 9: 7,8; Gal 3:6, 7, 29), es decir, todos los hombres de fe, ya sean judíos o gentiles.
    • c).- Esta promesa se cumplió también por medio de Ismael (Gen. 17: 18-20).

    2.- "Te bendeciré". Esto se cumplió de 2 maneras: 

    • a).- Materialmente (Gen. 13: 14,15,17; 15: 18; 24: 34,35

    • b).- Espiritualmente (Gen. 15: 6; Juan 8:56).

    3.- "Engrandeceré tu nombre".


    El nombre de Abraham se encuentra se encuentra entre los nombres de fama universal.

    4.- "Y serás bendición" (Gal 3:13,14).

    13 Cristo nos rescató de la maldición de la ley al hacerse maldición por nosotros, pues está escrito: «Maldito todo el que es colgado de un madero». 14 Así sucedió, para que, por medio de Cristo Jesús, la bendición prometida a Abraham llegara a las naciones, y para que por la fe recibiéramos el Espíritu según la promesa.

    5.- "Bendeciré a los que te bendijeren".


    El cumplimiento de esta promesa se halla estrechamente relacionada con la siguiente cláusula: 

    6.- " Y a los que te maldijeren maldeciré".

    Esto se ha cumplido de modo maravilloso en la historia de la dispersión de Israel. Los pueblos que han perseguido a los judíos han sufrido inevitable fracaso, en tanto que las naciones que han protegido a este pueblo han prosperado.

    Esta verdad se demostrará de manera más notable en el futuro (Dt. 30:7; Is. 14:1,2; Joel 3:1-8; Miqueas 5:7-9; Hag. 2:22; Zac. 14: 1-3; Mt. 25:40,45).

    7.- "Y serán benditas en tí todas las familias de la tierra".

    Esta es la gran promesa evangélica cristiana que se cumplió en la simiente de Abraham, el Cristo (Gal. 3:16; Juan 8:56-58), y que hace más específica la promesa del Pacto Adámico concerniente a la simiente de la mujer (Gen. 3:15).


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